El asombro, la capacidad de cuestionar lo establecido, eso que llamamos “curiosidad” es el origen de la creatividad, la que nos permite adaptarnos para superar la incertidumbre.
Este domingo 21 de abril se ha designado de parte de las Naciones Unidas como el Día Mundial de la Creatividad y la Innovación, y se nos recuerda que “la cultura y la creatividad son mucho más que una expresión de nuestras identidades, son medios de vida, carreras profesionales y oportunidades económicas para millones de personas en todo el mundo, especialmente mujeres, jóvenes y grupos vulnerables.”
Según la UNESCO, antes de la pandemia la cultura y la creatividad constituían el 3,1 % del Producto Interior Bruto (PIB) mundial y el 6,2 % del total del empleo. Datos del estudio Future of Creativity de Adobe precisan que la denominada “Creator Economy” reúne al menos a 303 millones de creativos en el mundo lo que representa un movimiento superior a los 100 mil millones de dólares anuales. Para el caso de Colombia, el aporte directo es cercano a los 2.4 billones de pesos anuales e indirectamente cerca de 12.6 billones en actividades relacionadas (DANE 2023) y al menos 1.1 millones de colombianos obtienen ingresos provenientes de este sector.
Más allá de las cifras y de la cruda econometría, la creatividad y sus derivados representan para el mundo actual una gran esperanza en momentos de inestabilidad, incertidumbre y poca claridad en lo que depara el futuro, algo denominado por Jamais Cascio, antropólogo, futurólogo y escritor estadounidense como “Entorno BANI”: Brittle – Anxious – Non linear – lncomprehensible (Frágil, Ansioso, No lineal, Incomprensible)
Para ilustrarlo, valga decir que la comunidad científica en general está preocupada por fenómenos que experimenta nuestro planeta y que ponen en riesgo la subsistencia humana, por ejemplo, el calentamiento global que genera sequías, incendios y escasez de agua. Por ello, desde la curiosidad que es la base del descubrimiento y de la inventiva, se están buscando planetas con condiciones de vida favorables para nuestra especie de modo que en un futuro cercano hallemos un planeta alternativo a la Tierra que habitamos y que de a poco agota sus recursos. Producto de esta exploración, en 2017 y según lo reporta BBC “científicos reportaron el hallazgo de siete planetas de un tamaño similar al de la Tierra orbitando alrededor de una estrella denominada TRAPPIST-1, a 41 años luz del Sol”. Así irrumpe una esperanza de futuro que surgió a partir del reconocimiento de un problema y que se hizo posible a través del descubrimiento exploratorio.
A lo largo de nuestra historia, la inventiva, la innovación y por ende la creatividad han estado sustentadas en la curiosidad, que es la capacidad de hacerse preguntas y de no dar por sentado o establecida la verdad de las cosas. Los grandes avances y revoluciones sociales – como la declaración de los derechos del hombre -, los descubrimientos científicos que desembocan en creaciones que mejoran la calidad de vida de las personas – como recientemente sucedió con la vacuna contra el Covid19, el desarrollo de la inteligencia artificial que promete hacer más rápido y fácil el avance hacia el conocimiento, son manifestaciones que ponen de presente nuestra capacidad para crear soluciones viables, factibles y prácticas para los grandes problemas que nos cuestionan. Por ello, la creatividad surge como la gran esperanza de cambio que obliga a repensar y rehacer la manera en la que percibimos, entendemos y modificamos el mundo a nuestro favor.
Al presente es casi innecesario decir que la creatividad y el ingenio no son exclusivos de algunas mentes privilegiadas ni de individuos designados por el destino para ejercer profesiones como el arte, la ciencia o incluso profesiones como la publicidad. Como un mecanismo adaptativo, la psicología evolucionista sostiene que los seres humanos somos todos capaces de asombrarnos ante lo incierto o lo desconocido, y que tal suceso desencadena procesos de exploración, cognición, experimentación y sistematización de experiencias, elaboraciones de juicios y evaluaciones que a veces por ensayo y error y otras veces mediante un método riguroso conducen a la innovación creativa, esa que es capaz de resolver un problema, de modificar la manera de entender la realidad y de generar cultura, invención y desarrollo. La creatividad no es un acto esporádico o casual, sino una suma de elementos fusionados que generan túneles de salida desde lo problemático hacia lo resolutivo. Y es una facultad inherente a los individuos de toda sociedad, cultura o grupo.
Producto de estas reflexiones y discusiones +CTG, La Cumbre Latinoamericana de la Economía Creativa, el gran encuentro anual de la industria creativa y sus protagonistas, presentará los días 23, 24 y 25 de octubre de 2024 como tema central esta realidad, una reflexión profunda sobre cómo la curiosidad, la creatividad y la adaptación pueden ser las claves que le permita a la humanidad asumir con éxito, con asertividad y sin temores la transición hacia la nueva era que ya transitamos. Regístrese aquí y venga y viva la experiencia este 23, 24 y 25 de Octubre 2024.